10 de enero de 2015

Ensayo - UNA MIRADA A LA AGRICULTURA MECANIZADA



UNA MIRADA A LA AGRICULTURA MECANIZADA


Resultado de imagen para agricultura yuntaDesde tiempos antiguos a. C. la agricultura mecanizada ha sido uno los retos más trascendentales para el hombre al darse cuenta que los rendimientos aumentan al utilizar herramientas más avanzadas. Acontecimientos a través la historia muestran que el uso de los instrumentos manuales sería desplazado por la tracción animal impulsando así la utilización de la mano de obra en menor escala, pero arrastrando los pros y contras por la transición abrupta al querer aumentar la productividad de los terrenos rápidamente. El arar los predios con caballos o bueyes resultaba más prometedor que las labranzas manuales, pero la utilización de la percepción humana era más acertada que las de los animales de tiro. No obstante, “con una pedregosidad mayor del 20% y una pendiente mayor del 16% las labores de establecimiento del cultivo se realizan con fuerza animal o manual” (www.sagarpa.gob.mx). De hecho, en los sistemas de agricultura medieval usaban para trillar, cosechar o arar la tierra utensilios que invertían una gran cantidad de tiempo y no suplían adecuadamente las necesidades alimentarias en aquella época y por tal razón la transición entre las técnicas de cultivar las tierras manualmente y con tracción animal fue tomando curso.

Tractor, Azul, Vegetación, FloresLa fuerza motriz animal pudo avanzar más que la energía del hombre por la productividad superior con menor gasto de energía y tiempo en la mano de obra. Así, “la mecanización para resultar económicamente rentable debe elevar la productividad de los trabajadores y secundariamente debe simplificar el trabajo físico del hombre” (González, 1995). Para realizar y asegurar los estándares establecidos de las cosechas y los cortes de hierbas y otras maderables, pueden no ser eficientes si se realizan en rangos de tiempo fuera de los recomendados puede causar efectos negativos la optimización esperada. Y por consiguiente, “la mecanización garantiza el empleo eficiente de los más recientes avances tecnológicos en la agricultura. Su uso permite hacer los trabajos de campo con oportunidad, eleva la productividad de la tierra y del hombre que la trabaja, reduce las necesidades de mano de obra y contribuye a obtener más y mejores cosechas” (González, 1995 p. 18).

A mediados del 1856 se sustituye la tracción animal por la tracción a vapor y de ahí pasa a ser motorizada con el invento de Otto en 1890 usando gasolina como fuente de energía, aplicado en un tractor por John Froelich para el año 1892 (www.froelichtractor.com). Este hecho muestra que la evolución de la mecanización en la agricultura se adapta significativamente a los descubrimientos de las épocas y por tanto, las experimentaciones no cesan para la búsqueda de nuevas y mejores técnicas de cultivar las tierras. Además, las labores para obtener la mayor productividad agrícola no deben estar destinadas o fijadas a un solo sistema de labranza, sino a la integración de estos métodos. Un ejemplo es la utilización de la tracción animal para suelos con estructura muy sólida o gran porciento de arcilla y la los tractores para acondicionar a mayores profundidades según las necesidades de las plantaciones.

La utilización de maquinarias modernas usada de forma excesiva pueden causar que los cultivos no tengan un soporte consistente para sus raíces, fuerte lavado por lixiviación y alto deslizamiento que generar mayor tracción según Maiby Pérez, en su artículo del 2006.  En caso contrario, el tiro con bueyes, caballos o mulas realiza una labranza parcial a los terrenos conservando en sí su estructura más notable, ciclos de elementos disponibles y que presenta un bajo costo de adquisición. Además, la relatividad de esto es tan real que el valor de un animal de tracción de zonas montañosas duplica el valor de una motocicleta usada en República Dominicana, esto por la fuerza y accesibilidad que aportan en parcelas donde la tracción motorizada de carga no puede acceder o los recursos para su funcionamiento son escasos o nulos.

La tracción animal nunca será desplazada totalmente por la mecanización moderna. Algunas poblaciones subdesarrolladas utilizan aún los sistemas de mecanización pecuaria porque en las zonas donde habitan, los terrenos para producción agrícola, poseen pendiente de 45 grados (difícil laboreo para tractores) o la agroecología amerita su utilización para la sustentabilidad en el futuro. Muchos agricultores, en casos frecuentes, no han podido avanzar por no disponer de recursos suficientes y el pasar del tiempo los ha sumergido en la creencia de que la tracción animal simplemente es mejor por razonamientos netamente empíricas. Hasta el sol de hoy las adaptaciones han sido por vías de entidades gubernamentales que envían brigadas al arado de sus terrenos a un menor costo, incluso menor que la tracción animal, usando esta estrategia como medida de desplazamientos de las formas de producción antiguas.

“En un sector agrícola con un alto coeficiente de mano de obra y basado en pequeños productores el aumento de la productividad de las tierras y la mano de obra genera una rápida reducción de la pobreza, como por ejemplo en Asia oriental y sudoriental. China redujo la pobreza de forma sumamente rápida en la década de 1980 hasta mediados de la década de 1990 durante un período de fuerte crecimiento agrícola, ya que se partió de una situación de acceso relativamente equitativo a las tierras agrícolas y al capital humano” (FAO, 2012). Esto se puede asumir o interpretarse desde otra perspectiva, pero las formas o distribuciones de la mano de obra pueden generar un cambio dentro de los aspectos económicos.

Si buscamos la razón más evidente de la adquisición de la tracción animal donde “estudios demuestran que los pequeños agricultores pocas veces pueden tener individualmente tractores, a menos que produzcan cultivos de gran valor comercial, tengan irrigación o produzcan varias cosechas” (FAO, 2000). De ahí el surgimientos de las asociaciones de tractoristas para tener acceso a ese tipo de maquinarias modernas de labranza. Otras investigaciones e indagaciones de diversos autores demuestran que “la energía animal, abundante en muchas regiones, puede ser utilizada más intensamente de lo que hasta ahora ha sido” (González, 1995).  Y surge la interrogante si ¿podrá el hombre de este siglo adaptarse a las nuevas tecnologías?

Tractor, Máquina, Arar, AgriculturaEl surgimiento del tractor moderno ha llevado a la humanidad a alcanzar algunos de los objetivos planteados en la actualidad. El hambre se ha mantenido en niveles aceptables, la dependencia de maquinarias de tiro se ha reducido, el tiempo de producción y de respuestas a demandas es más corto, las conservaciones de suelo aplicadas son más eficientes, la sostenibilidad podría ser uno de los objetivos de la naciones con mayor índice de hambre (según escala del color), pero todo va le la mano con los métodos y técnicas aplicadas de conservación de suelo que pueden ser provisionados mediante capas de restos de cosechas tanto verdes como secas.

Si bien, la producción de alimentos con menos recursos siempre será una prioridad en la humanidad misma, quiere decir que la evolución de las civilizaciones depende del suelo y de la eficiencia con que se maneje. Por esto, el hombre se ha dedicado a la utilización de una diversidad de implementos agrícolas, sembradoras, cosechadoras, niveladores, arados, o la combinación de muchas de estas donde la utilización de tres o cuatro personas se reduzca a una o dos cuando máximo. Otros países como los Estados Unidos muestran que “lo producido por un campesino para cinco personas, ahora lo produce para 130 personas” (http://geographystar.jimdo.com/) y “la superficie que puede ser atendida por un solo trabajador ha sido ampliar a más de 200 hectáreas con la mecanización moderna” (FAO, 2000).

Desde otro punto de vista, el tractor no es más que una herramienta para llegar al fin, es decir, que la población mundial tiene gran falta de conocimientos técnicos para sustentarse a sí mismo. Desde la creación, el déficit de alimentos es, indiscutiblemente, el factor bingo de las naciones en vías de desarrollo. Para el 2010 la FAO estimó que el porcentaje de personas con hambre oscila entre 9% donde se ha mantenido estable en los últimos años, pero “un reciente estudio realizado por Colette Heald del MIT (Massachussets Institute of Technology) ha revelado si se consideran en conjunto la contaminación del aire y del cambio climático, los resultados son catastróficos: los cuatro principales cultivos del mundo: el trigo, el maíz, la soja y el arroz, disminuirán su producción para el año 2050, de tal modo que la seguridad alimentaria del planeta se verá seriamente afectada” (Galisteo, 2014). Aun así, otros puntos de vista disparan hacia direcciones con más alternativas y no tan sublimes que se proyectan en una revolución verde en todo el mundo.

Una de las buenas noticias es que la posible adopción de la agricultura mecanizada de forma intensiva promete mayor productividad.  No obstante, en vista de las especulaciones, esto podría ser disipado por los altos precios de adquisición de los productos. “Se ha acumulado evidencia que muestra que cuando el actual sistema agrícola intensivo de capital y tecnología ha sido extremadamente productivo y competitivo, éste también trae consigo una serie de problemas económicos, sociales y ambientales” (Altieri, 1995 cita a Conway y Pretty, 1991).

“Los índices de producción mundial de alimentos relativos a las últimas décadas muestran que, no obstante el fuerte crecimiento demográfico, la disponibilidad promedio de alimentos per cápita ha aumentado levemente” (FAO, 1994). Estas estadísticas no significan el canto de victoria para las naciones, sino una pequeña muestra de que las tecnologías modernas de mecanización están respondiendo a la demanda del crecimiento poblacional, en otras palabras, la utilización del espacio de producción disponible es más eficiente ahora que en años anteriores.

Los tractores agrícolas son eficientes y cada día más modernos, pero la dependencia de los combustibles fósiles es más aguda de lo que se esperaba. El reto de la utilización de estos está latente en las organizaciones que buscan mejorar las producciones de las cosechas a los menores costos posibles en un período de tiempo corto. Si bien, las maquinarias agrícolas del campo están entre ocho y nueve horas expuestas al sol, se pueden utilizar dispositivos acoplados de paneles solares para acumular esa energía y separarla de forma primaria de las operaciones y sistemas del tractor, así se presentaría una alternativa para el uso de la energía solar circundante.  

No obstante, el diseño de la maquinaria agrícola debe evolucionar en paralelo con la implantación de la Intensificación Sostenible de la Producción Agrícola (ISPA). Esto implica una menor cantidad de productos químicos, un uso más eficiente del agua y manejo óptimo de la maquinaria. (FAO, 2014).  Por tanto, un manejo articulado o equilibrado de los distintos factores de producción se destina a la utilización óptima de éstos. Si se aplican investigaciones en el uso eficiente de los mecanismos dentro de la agricultura se pueden obtener unos resultados más distribuidos equitativamente de los factores económicos, sociales, terrenales y de hábitats.

Por consecuencia, las preparaciones de terreno que dañan la ecología de los predios pueden reducir la sustentabilidad, así mismo el uso irracional del agua para irrigar los cultivos, pues el consumo de una plantación es menor al 30% y la aplicación excesiva de pesticidas que dañan o eliminan ecosistemas de los terrenos a utilizar. Entonces, ¿Es posible lograr la sustentabilidad y seguridad alimentaria en el sector agrícola moderno? Esta pregunta resultaría un arduo análisis de los posibles elementos que intervienen para que un objetivo se logre, pero no imposible para que sea aplicado en zonas donde más se necesite.

La agricultura de conservación está basada en reducir al mínimo la labranza del suelo y el uso de plaguicidas. Los campos sin arar mantienen una capa de mantillo con residuos de los cultivos para combatir las malezas, conservar la humedad del suelo y evitar su alteración, (FAO, 2014). Esta ventaja o experimentación técnica puede crear una agricultura sostenible largo plazo para asegurar la alimentación de las poblaciones con hambre, puesto que la degradación y descomposición de la fertilidad de los suelos es duradera para recuperarse la cual puede llegar hasta los 20 años o más.

Los retos a futuro son que la población pueda auto sustentarse con su propio esfuerzo utilizando áreas imposibles de producir alimentos. Los invernaderos en los desiertos o en zonas de suelos empobrecidos son una alternativa para la utilización de aparatos mecánicos agrícolas en rangos menores y evitar el deterioro de los ecosistemas en zonas fértiles del planeta. Existen cientos de áreas sub utilizadas y otras usadas en exceso, de ahí las alternativas más convenientes debe estar orientadas al descanso, regeneración y acondicionamientos de esos espacios.

Si vemos la agricultura mecanizada de esta época, observamos que está dirigida a la labranza intensiva y excesiva de los terrenos, pero nivelada con otras maquinarias no motorizadas y solo una pequeña porción de la población piensa en la recuperación y postergación de sus predios. Este análisis indica que el objetivo de la agricultura mecanizada moderna promete en una baja proporción la sustentabilidad en el tiempo, pero todo puede desviar su curso si la conciencia del hombre choca contra la realidad futura de la seguridad alimentaria.

Fuentes consultadas:
1.      González, Freddy Gil, (1995).  Energía y Mecanización en la Agricultura, Caracas, Venezuela.
2.      Pérez, Maiby, (2006). Rendimiento de un tractor agrícola en función del sistema de labranza y la carga. I. Características de la tracción. Bioagro 18(1) 49-55, Venezuela.
3.      La agricultura mecanizada. Consultada  el 23 de septiembre del 2014 en: http://centrodeartigo.com/articulos-informativos/article_73432.html
4.      Los animales de trabajo y el desarrollo sostenible. Consultada el 23 de septiembre del 2014 en: http://www.fao.org/docrep/v8180t/v8180T0p.htm
5.      Lucha contra el hambre. Consultado el 24 de septiembre del 2014 en: http://www.fao.org/americas/perspectivas/hambre/es/
6.      El origen del tractor. Consultado el 24 de septiembre del 2014 en: http://tractor.wikispaces.com/historia+tractor
7.      Los efectos sociales y económicos de la modernización de la agricultura. Consultado el día 25 de septiembre del 2014 en: http://www.fao.org/docrep/x4400s/x4400s10.htm
8.      El ABC de la agricultura moderna. Consultado el día 25 de septiembre del 2014 en: http://www.espores.org/es/agricultura/agricultura-moderna-historia.html
9.      Mecanización indispensable en la agricultura moderna. Consultada el 25 de septiembre del 2014 en: http://www.revistaelagro.com/2013/04/18/mecanizacion-indispensable-en-la-agricultura-moderna/
10.  Evolución de los tractores. Consultada el 25 de septiembre del 2014 en: http://www.virtual.unal.edu.co/cursos/sedes/medellin/3007073/und_2/pdf/evolucion_de_los_tractores.pdf
11.  Froehlich Tractor History. Consultado el 25 de septiembre del 2014 en: http://www.froelichtractor.com/thetractor.html
12.  Galisteo Games, E. (2014, julio 30), El hambre en el mundo podría aumentar drásticamente en el 2050.

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